El Nokia N86 nace como un móvil de gama media-alta, donde su mayor valor se encuentra en la cámara de 8 megapíxeles, desarrollada por Carl Zeiss. Es un móvil de tipo slider y en este sentido muy parecido al Nokia N95, ya que permite deslizarlo por dos partes para así descubrir dos teclados diferentes: uno de los típicos de móvil, no QWERTY, y el otro para unas muy pocas teclas de función muy concretas, con las que se pueden manejar algunos parámetros de la cámara y el volumen del audio.

La pantalla es uno de los puntos que tal vez se queden algo cortos. Con un tamaño de sólo 2.6 pulgadas, ofrece una resolución bastante pobre de 320×240 píxeles, aunque sea de tecnología OLED.

Respecto a memoria, el Nokia N86 llega con 8 GB internos que, por su fueran pocos, son ampliables mediante tarjetas MicroSD con otros 16 GB a mayores. No está nada mal para un móvil fotográfico, aunque también se ha cuidado el aspecto relacionado con la reproducción de audio: también incluye el software propio de Nokia con el que se puede utilizar el terminal como un reproducción de música, filtrando las canciones por artista, título, disco, álbum… permite también crear listas o incluso ver la carátula del álbum mientras se reproduce su contenido. En definitiva, todas las opciones más útiles de un reproductor MP3 pero incluidas en un móvil. Y radio FM integrada, sin necesidad de accesorios aparte y utilizando un minijack de 3.5 milímetros para la toma de auriculares. Atrás se quedó el minijack de 2.5 milímetros que Nokia estuvo utilizando durante algunas generaciones, y que no terminó de calar de forma positiva en los consumidores.

En cuanto a reproducción de vídeo, el Nokia N86 ofrece poca variedad: permite reproducir vídeos en formato mp4 y 3gp, y con codificaciones en H.263 y en el interesante H.264. En este sentido, otros móviles como el Omnia HD ganan con mucha ventaja al N86.