En esta ocasión toca hablar de tableros, una cosa que hace unos 5 años estuvo muy de moda pero que últimamente está de capa caída. Puede que esto se deba a que necesita de muchas “herramientas” para jugar y de algún modo se pierda la magia de la espontaniedad.

Y es que, para jugar a estos juegos necesitas estar preparado, además del tablero, en muchas ocasiones necesitarás las fichas y el dado. Cosas que, por otro lado, son muy susceptibles de ser perdidas a medida que avanza el juego. Algunos de los juegos que presento necesitan su propio tablero, por lo que, al final de esta entrada encontrarás enlaces para que solo tengas que descargártelo, imprimirlo, plastificarlo (si no quieres tener que re-imprimirlo una y otra vez) y empezar a jugar.



Trivial borracho

Al contrario que los anteriores, este juego no tiene su propio tablero, sino que es una adaptación del conocidísimo trivial. Así pues, necesitarás un trivial, dados y muchas ganas de beber. Las normas son las mismas que en el juego original, eso sí, con unas pequeñas variaciones.

Cada turno, el jugador beberá un trago, también lo hará cada vez que caiga en la casilla “tira otra vez”. En caso de acertar la pregunta (si no lo hace el jugador simplemente perderá el turno) lo que pase dependerá del color de la casilla:

Azul: Beben un trago los chicos
Rosa: Beben un trago las chicas
Amarilla:Bebe un trago el que esta a tu izquierda
Marrón: Bebe un trago el que esta a tu derecha
Verde: Todo el mundo bebe un trago
Naranja: Haz que alguien beba 3 tragos

El número de tragos es acumulativo, es decir, si alguien va por su sexto acierto y cae en la casilla marrón, el jugador de su derecha beberá seis tragos (en caso de caer en la naranja, el número de tragos se multiplicará por tres).

Cada vez que se consiga un “quesito” el número de tragos también se multiplicará por tres. Una vez conseguidos todos los “quesitos” y si el jugador todavía esta en condiciones, deberá ir a la casilla central, dónde se le formularán todas las preguntas de una misma tarjeta, si acierta al menos cuatro habrá ganado, sino tendrá que seguir jugando para volver en el centro. Cuando se le formulen dichas preguntas, beberá siete tragos por acierto y cinco por fallo.




Ajedrez y damas

Cualquier juego en el que el objetivo sea “comer fichas” es un buen candidato para modificar dicho objetivo a “beber chupitos”. Parchis, tres en ralla, hundir la flota…. Pero tanto la ajedrez como las damas debido al gran número de fichas que están en juego son los pretendientes perfectos para nuestro propósito. Creo aquí no hay que aclarar nada más, cada vez que “muera un ficha” su propietario deberá beber un chupito.

Aunque no soy ni de lejos el más indicado para hacerlo, he de recomendarte que juegues responsablemente
(jamás pensé que diría esto), jugar a estos juegos implica una alta ingesta de alcohol, por lo que, si no quieres acabar por los suelos o en el hospital, es recomendable que lo hagas con bebidas de baja graduación alcohólica.