Parece que para un equipo de ingenieros mecánicos adictos a la velocidad de Ohio en Estados Unidos, esta semana ha sido de todo menos lenta. Estos fieras de la ingeniería, utilizaron el modelo Buckeye Bullet en su versión 2.5 con un equipamiento completamente eléctrico para superar el récord mundial de velocidad para este tipo de vehículos, alcanzando una velocidad máxima de 515 kilómetros por hora en el Bonneville Salt Flats.

El equipo del Buckeye Bullet mediante la colaboración del Centro de Investigación para Automóviles de la Universidad Estatal de Ohio y un grupo de patrocinadores, han ido compitiendo con vehículos eléctricos desde hace más de una década, pero el VBB 2.5, como es más conocido por sus siglas, ha supuesto su primera carrera en el que ha sido impulsado completamente mediante batería eléctrica. El pasado año la versión VBB 2 fue impulsado con pilas de combustible de hidrógeno, estableciendo el récord mundial de su clase alcanzando una velocidad de 487 kilómetros por hora.

VBB 2.5 está encaminado a establecer el mismo tipo de velocidad a batir en la categoría de totalmente eléctrico. Alimentado por baterías proporcionadas por el patrocinador A123, VBB 2.5 registraba una velocidad teórica media de 468 kilómetros por hora, sin embargo el piloto Roger Schroer consiguió exprimir al vehículo una velocidad máxima de 515 kilómetros por hora, registrando una velocidad media de 495 kilómetros por hora.

El récord todavía necesita la certificación de la FIA antes de que sea oficial, pero tal vez lo más interesante sea que el VBB 2.5 ha sido tan sólo un banco de pruebas. El VBB 3 será el prototipo final, con forma de cohete de un elegante color negro basado en la experiencia adquirida a partir del desarrollo de VBB 2.5, del cual se prevé que supere todos los registros anteriores en un futuro no muy lejano.